miércoles, 4 de abril de 2012

De tu ventana a la mía

Las escaleras se me hacen inmensas. La puerta rompe el silencio que hay dentro de mi piso. Enciendo la tele y me pongo una película, esta noche toca. El lunes ha amanecido bastante despejado el cielo. Enciendo la radio para ver si una nube traicionera descargara de improviso. Y vuelta a la rutina, un día como otro, en el que la gente como loca compra cosas innecesarias. A la salida me espera Marlos. -hola, pasaba para saludarte y decirte que nos vemos mañana, he de irme, me están esperando en el buffet. Un calido abrazo y su partida es lo único que me deja, o eso pienso. Camino a mi piso, una música me acompaña más de la mitad del trayecto. La melodía es pegadiza y a veces se corta. Esperando en el semáforo un chico de unos catorce años se me acerca. -te están llamando al móvil, ¿no lo coges? ¿Móvil? Me lo robaron. Vuelve a sonar la melodía y me da por mirar en mi bolsillo. -¿eh? Efectivamente un móvil, que no se de donde salió y que suena en mi mano. Me atrevo a cogerlo. -¡por fin me lo coges! -¿Qué? -¿te gusta mi regalo? -¿Marlos? -si, pero dime ¿te gusta mi regalo? Ya que no tenías teléfono ni tampoco móvil, te compré uno. Sencillo, manejable y útil. No tiene más halagos.

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