domingo, 14 de noviembre de 2010

de tu ventana a la mía

En cuanto me he despertado he tenido el pensamiento de decirle el por que le estaba espiando otra vez, pero su ventana está cerrada y la persiana a la mitad, señal de que no está, claramente, se derrumba mi pensamiento, ahora solo pego sorbos de este amargo café.
No aparto la mirada de la ventana, esperanzada. De mientras que llega, preparo mi excusa, la verdad no se ni yo misma el porque me asomo a mirarlo.
-Lee te espío por las noches, porque no echan nada interesante en la tele y me aburro… ¡por favor! -aclaro la voz, me paseo por el salón como una actriz novata que aprende su primer guión - esto… vecino, el otro día te vi muy tenso, ¿y quien soy yo para meterme en su vida? A ver, yo iba para el baño… ¡me pillaste! Soy sonámbula.
Nada es que no hay excusa, soy de esas vecinas que están pegadas a los cotilleos de los demás, de lo que mas odio es de lo que me convierto.
-Kass.
Alguien me llamaba pero de dónde.
-asómate quiero hablar contigo.
Vale era Lee venía a pedirme explicaciones…lo de sonámbula ¿caería?
-antes de que digas nada, lo siento- allí estaba en la ventana apoyado y mirando hacia abajo, avergonzado.
Silencio.
La mueca que hice acto seguido de aquella frase, lo alarmó mucho, ya que no estaba al tanto de aquella disculpa.
-por lo de anoche, despertarte y tal.
-ah no pasa nada, yo estaba ya despierta.
-me puse nervioso, no me querían coger las fotos para una revista- fotógrafo, ese sueño que se le escapaba por momentos.
-¿y como te fue?
-mejor de lo que pensaba, me pagaron poco, pero al menos por adelantado.
Un rayo de luz me hizo mirar el reloj.
-¡mierda! Lo siento Lee he de irme que llego tarde.
-¿trabajas un sábado?
-¡no! Ni loca, tengo una cita.
No le escuche mas, creo que se calló.